Realizar o revisar evaluaciones de impacto con integridad y honestidad, sin distorsiones o imparcialidades deliberadas.
Las creencias personales no deben interferir con la justa evaluación de los impactos potenciales de políticas, planes, programas y proyectos.
Mantener el principio de libertad de acceso a la información y el derecho de los ciudadanos a participar en la toma de decisiones.
Suscribir la visión holística de la evaluación de impactos.
Procurar resultados sustentables y equitativos para las acciones humanas que afectan las funciones de los ecosistemas y las sociales.